142015Ene

Evanescencia y oclusividad en emulsiones: parámetros opuestos (parte I)

Tanto la evanescencia como la oclusividad de las emulsiones son dos parámetros a tener muy en cuenta a la hora de elegir un excipiente adecuado para una patología concreta, ya que en muchas ocasiones van a influir notablemente en la acción de los principios activos prescritos como se demostrará en esta entrada. En esta primera parte se revisa el concepto de evanescencia.

Una emulsión es evanescente cuando apenas deja residuo graso sobre la piel tras su aplicación. Esa expresión que algunas veces oímos a nuestros pacientes: “que crema más estupenda, no es nada grasa”, se refiere simplemente a que es muy evanescente. La materia grasa contenida en la emulsión difunde a través de los folículos pilosebáceos o incluso hasta se puede evaporar (caso de las siliconas volátiles) no dejando obviamente sensación grasa en la superficie de la piel. Dermatológicamente las emulsiones evanescentes tienden a ser secantes a no ser que se refuercen con aceites que formen cierta película no absorbible impidiendo la evaporación del agua transepidérmica, o se añadan sustancias higroscópicas que retengan el agua o aporten agua, como los socorridos polioles (glicerina, propilenglicol, sorbitos) u otras sustancias como urea, pantenol, sodio hialuronato, etc. También es fundamental añadir que el signo de una emulsión (o/w ó w/o) también condiciona de forma considerable su evanescencia. Así, las emulsiones de fase externa acuosa (o/w) son evanescentes y las emulsiones de fase externa oleosa (w/o) no son evanescentes, todo lo contrario, dejan una película grasa sobre la piel.

Pero, ¿para qué le puede servir al dermatólogo este concepto de evanescencia? Por ejemplo, un proceso agudo dermatológico en donde existen lesiones húmedas o cierta congestión se puede resolver mucho mejor si se emplea una emulsión evanescente como excipiente. Veamos un ejemplo de formulación con corticoide para el tratamiento de una dermatitis seborreica facial en estado agudo:

Triamcinolona acetónido, 0,1 %
Emulsión w/o csp, 50 g
 

Es una prescripción no del todo adecuada, ya que la emulsión w/o no es evanescente. Se formará una capa más o menos oclusiva sobre la piel que la congestionará e incluso empeorará el proceso agudo. Lo más adecuado es formular una emulsión de fase externa acuosa (o/w) con poca materia grasa o incluso una emulsión silicónica (w/s). En ambos casos la evanescencia estará garantizada actuando como coadyuvante de la triamcinolona en la resolución del brote agudo seborreico. Las formas correctas de prescripción en este ejemplo según lo indicado serían las siguientes:

Triamcinolona acetónido, 0,1 %
Emulsión evanescente csp, 50 g
 

El farmacéutico puede resolver la prescripción empleando una emulsión o/w con poca materia grasa absorbible, como por ejemplo una crema Lanette modificada:

Triamcinolona acetónido, 0,1 %
Cera Lanette SX, 15 %
Propilenglicol, 5 %
Agua purificada csp, 50 g
 

También el dermatólogo puede formular la triamcinolona en una base silicónica basada en aceites de silicona volátiles):

Triamcinolona acetónido, 0,1 %
Emulsión w/s csp, 50 g
 

El farmacéutico para elaborar la emulsión w/s incluirá por definición ciclometicona pentámera, aceite de silicona volátil responsable de la alta evanescencia de este tipo de emulsión.

Otro ejemplo de patologías en donde las emulsiones evanescentes son fundamentales por su poder descongestionante son las rosáceas. Una emulsión w/o, congestionante por su oclusividad, empeorará el estado de la piel en este tipo de patología. Un ejemplo de prescripción inadecuada en cuanto a su excipiente:

Metronidazol, 1 %
Clindamicina clorhidrato, 1 %
Vaselina líquida, 20 %
Emulsión o/w csp, 50 g
 

La vaselina incluida en la formulación empeora totalmente la patología debido a su capacidad congestionante por muy evanescente que sea la emulsión diseñada. Lo más correcto sería emplear una emulsión glucídica (suelen ser altamente evanescentes) sin grasas sobre añadidas o emulsión silicónica. También se podría emplear base de Beeler, pero con cierta precaución ya que el tensioactivo aniónico que contiene (laurilsulfato sódico) puede irritar las pieles con rosácea.



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